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Mostrando las entradas de diciembre, 2023

Otra historia más de Navidad (y van ...)

Cuando bajabadel colectivo, antes de subir al andén de la estación, compraba el diario.  Si tenía suerte de conseguir sentarse en el local de las 8.05, lo leía todo en esa horita que le demandaba llegar a Once.  Todo quería decir la página de atrás, la de las tiras, los chistes, y las citas que estaban al pie de esa página.  La anteúltima se leía a continuación.  Horóscopo, pronóstico el tiempo y hasta los arribos y partidas de los aviones en el Aeropuerto de Ezeiza.  Crucigrama o el juego que hubiese, se dejaba para el horario del almuerzo en la oficina. Los avisos fúnebres los pasaba rápido, había escuchado que solamente se miraban cuando se moría algún conocido.  Familiar, vecino, alguien del trabajo, y por simple curiosidad miraba quién saludaba al difunto.  Siguiendo la lógica de leer de atrás hacia adelante, se pasaban las hojas que tenían esos avisos grandes de las compañias, y los que anunciaban los remates, todo muy alejado del mundo de aquellos que tomaban el tren cada mañana

Una mañana en el Mercado - La novia

El sol de la mañana, medio atenuado por esas nubes que pasan y pasan y no se deciden a estacionarse, le daba a la vista de la Feria, unos tonos en dónde reinaban los ocre y los sepia, una gama que se recomendaría como esencial, en este tipo de mercados. Llegamos a media  mañana, sin que esta parada estuviese prevista.  Es  que el paseo de ese momento, no tenía otro fin que estirar las patas luego del importante desayuno que nos ofrció el London, como si pensaran que deberíamos aguantar varios días sin probar bocado.  Al ver el semáforo que se pintaba de guinda, vimos que ahí sobre la izquierda de la 14 de julio, a no más de una calle de distancia, el tránsito, escaso por cierto en esa mañana de domingo, era desviado por un hombre con chaleco verde loro.  Detrás de él, comenzaba  la feria.  Sobre la izquierda, pegados a la vereda, comenzaba una seguidilla de carros y puestos de caño y maderas, que terminaba allá adelante, casi donde llegabamos a ver.  Vaya a saber cuántas cuadras por de