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Entre rimas y vermú

 - Che,¿Quién se encarga de la organización de la fiesta? 

- El intendente en persona.

-  Ahh.

-  ¿ Por?

-  ¿No leíste lo del Gabino Souza?

-  Gran payador uruguayo.  El domingo cierra el show en la cancha del Social y Deportivo..

-  No leiste por lo visto.  Lo metieron preso, le encontraron droga en el auto cuando estaba cruzando la frontera, en Salto.

-  A la pelota!  ¿Y vos decís que no llega pal domingo?

-  Dificil quel chancho chifle,

Después de todos los años que pasaron desde que el Concejo decretara como fecha festiva para Sastre, el 16 de julio, muchos siguieron discutiendo y objetando que se haya elegido el día de la Virgen del Carmen, en vez de ese día de diciembre, cuando el primer cristiano hizo pie en la zona.  Algunos decian que la llegada de la Imagen sagrada despejó el peligro de invasiones por parte de malones y bandidos.  Otros afirmaban que en realidad el primer nombre escogido fue el de la Santísima Virgen, el que pronto fue descartado porque no se consiguió cura que quisiera dar misa por entones.  Y hasta hay quienes aún hoy dicen que la fecha no responde a otra cosa que a la cercanía con las vacaciones de invierno, cuando la gente está más dispuesta a este tipo de acontecimientos sociales.

Como es costumbre en este lugar, no se pegan afiches, sino que el Municipio distribuye en la entrada de los lugares estratégicos (Club Social y Deportivo, Bar La Unión, Banco Nación, Correo) pizarras prolijamente escritas con tizas de colores, con la información más importante del día. Ese viernes, las pizarras llevaban escrito:

Domingo 13 - Cronograma de actos Día de la Virgen en Sastre

9.00 hs Misa a cargo del Padre Miguel

11.00 hs Carrera de Regularidad de Autos Antiguos.  Salida desde la YPF

13.00 hs  Gran parrillada en Lo del Anselmo

16.00 hs Carrera de sortijas en Club Social y Deportivo

18.00 hs  Plaza San Martín - Coro Colegio Nro 4

18.45 hs  Los Itucas - Grupo folclórico

19.30 hs  Los Bombos de Oro - Destreza con boleadoras

20.30  Entrega de menciones a Ciudadanos Ilustres

21.00 hs  Habla el Intendente

22.00  Show de cierre - Gabino Souza - Payador Rioplatense

Gustavo Valenzuela, intendente reelegido ese año, por la tarde recorrió los sitios dónde habría algún evento; el Club, la YPF, Lo de Anselmo.  Al llegar a la plaza, mientras veía como armaban el escenario de tablones, un viejo muy flaco se le arrimó en bicicleta, y le dijo:

-  ¿ Se cayó lo del Gabino?

-  Asi parece -  respondió el Intendente de Sastre.

-  Una lástima.  Buen muchacho, buen decidor de versos.

-  Si.

-  Si lo habré escuchado cantar en su pago!  De chico ya pintaba pa´ famoso.

Gustavo se quedó mirándolo.

-  No es  por nada pero yo ... - continuó el viejo.

-  ¿ Usté qué?

-  Algunas rimas le enseñé al botija.

- ¿Su gracia?

-  Indalesio Flores, pa´servirle! -  El hombre de pantalón marrón claro, sostenido con un cinto que casi le daba dos vueltas, y una camisa blanca arremangada sin mucha prolijidad, tanteó sus bolsillos y sin sacar nada dijo: -  ¿ Un Cigarro? -

- No fumo - recibió como respuesta.

-  Puta que gente agarrada en este pueblo! -  

Sin subir a su bicicleta, bastante desvencijada por cierto, sacó de vaya a saber dónde, un cigarro por la mitad, con la marca en su punta de los hilos de la alpargata. y con una cerilla que se resistió un poco, logró prenderlo.  Sin quitárlo de su boca, arrancó pal boliche que estaba a media cuadra de la plaza, por la Entre Ríos.  Tiró la bicicleta en la vereda.  Ahí en La Amistad, no había de esos aros de fierro para calzar las ruedas, ni tampoco alguna columna o palo que hiciese las veces de palenque moderno. Los clientes más prolijos la arrimaban al cordón de cemento, apoyando sobre él uno de los pedales.  No era el caso de Indalesio, ni prolijo ni cliente.  Se acercó al mostrador, cerca de una de las mesas donde un par le entraban a un vermú con algunas cositas para picar.  Maní, aceitunas, palitos.

-  Ta quedando, el tablado pal domingo. -  dijo sin que se le cayera el cigarro, que estaba casi pegado sobre la derecha de su boca, como quien sostiene un escarbadientes, por si las moscas.

Los dos de la mesa no se dieron por enterados de los dichos del personaje este, que no era de Sastre, o por lo menos no andaba por el pueblo con frecuencia.

Tosió una y otra vez, seguramente para llamar la atención, ya que se notaba que no había picazón ni catarro en puerta.

-  Una lástima lo del domingo - continuó.  El cigarro que seguía en su boca, ya apagado de un pisotón, hacía que su dicción no fuese la mejor como para que un diálogo fuese fluído.

- ¿A mi me habla? -  dijo el mayor de los dos de la mesa.

-  Decía que es una pena que el pueblo se pierda al Gabino, el domingo. Le decía al Intendente recién... -

-  Escuché que estaban buscando reemplazo - dijo el mayor de los dos, un hombre de unos cincuenta años, grandote, de chaleco marroncito.

Indalesio arrimó una silla y mientras manoteaba una aceituna, ante la sorpresa de los de la mesa, les dijo:  - Si le habré enseñado coplas al botija ese! -

-  No diga!  ¿Lo conoce? -

- Já, no lo viá conocer, psss - Necesitaba que alguien le diera pie, y por lo visto lo había conseguido. Miró al mostrador, y cuando el Tuerto lo vió, le pidió: - Un vino con soda, y un poco más de estas cosas -

Los dos de la mesa se miraron.  El más chico dijo : - ¿ Usted se queda? Nosotros terminamos el vermú y seguimos viaje -

El viejo manoteó del platito de metal azul, los últimos palitos rotos, y pasó el dedo como para que se llenara de sal.

- Mi tata era arriero.  Y de los buenos.  Creo que una vez llegó a traer tres mil cabezas de ganado desparramadas por el campo de los Gómez.  Un profesional.  Lo llamaban de trodos lados, hasta de los Estados Unidos. -

El Tuerto levantó los platitos que el viejo había limpiado, y trajo otros con papas, más aceitunas y unos daditos de queso Mar del Plata. Dejó el vaso con vino y un sifón chico -

El nuevo comenzal, se sirvió el cogotito de soda, y mientras iba comiendo, se iba limpiando la punta de sus bigotes teñidos por el cigarro, con la manga de su camisa.  -  En fin ...-  apenas se le escuchó decir entre el queso y los carozos de aceituna que tenía en su boca.

-  ¿ Y el Gabino? - reclamó el mayor de sus interlocutores.

-  Ahh - Indalesio escupió los carozos sobre la mesa. pegándole con uno de ellos a los anteojos de leer del más joven.

-  Oiga!  No sea asqueroso hombre! -

-  No puedo hablar con la boca llena -  Agregó un chorro más de soda, tomó lo que quedaba en el vaso, y luego de un eructo se preparó en su silla para continuar con el relato.

El menor de los dos se paró como para encararlo o qué, y el otro, lo  paró con un ademán, mientras en voz baja le decía  - Es un pobre viejo -

- El tata estaba grande y yo lo acompañaba cuando eran viajes lejos.  Fuimos al Uruguay, pago de paisanos de a caballo.  Nos quedamos mucho tiempo, ni me acuerdo cuánto.  Y a las noches nos ibamos pal boliche.  El tata era bueno con la guitarra y yo con las frases.  Si habremos divertido a los peones de por ahí -

- ¿ Y el Gabino? -

-  Era un botija bueno pa´la frase, pero muy chico -

- Ya lo dijo eso, pero ¿dónde lo conoció? - dijo el mayor ante la cara de traste de su compañero de mesa.

- A veces nos llamaban de los clubes, cuando se armaban las guitarreadas.  Ya nos conocían -  Indalesio Flores tomó lo que quedaba del vino, y con un gesto, pidió que lo volvieran a llenar.

- ¿Usted va a pagar todo esto? - reclamó el menor.

-  Un Flores nunca deja un vaso de vino sin pagar -

La puerta doble del boliche se abrió, y el Intendente de Sastre, junto con dos colaboradores entraron, seguramente para entonar un poco el cuerpo; Julio estaba poniéndose frío, como debe ser.

- Tuerto, tres cafés ¿puede ser ?. Y a mi dame uno de los pebetes de abajo de la campana. No sé si los muchachos .. -  Dirigió la vista a la mesa que estaba en la otra punta del mostrador. - Chino!! Hace mucho que no te veía.  Vos si que no tenés problemas; unos salamines, queso y Cinzano, jajaja -

-  Y viste lo que es la vida del pobre, con poco se conforma.  Acá estamos con el amigo hablando lo del Gabino.  ¿ Se pudo arreglar ? -

-  Está complicado el hombre.  Lo agarró Gendarmería y con esos no se jode.-   Valenzuela agradeció el café y el pebete, que tenía pinta de haber pasado varias tardecitas bajo el vidrio, pero, peor es nada.  -  Y estoy viendo.  Me prometieron un paisano de Funes que anda bien con la guitarra, pero a esta altura del fin de semana, no soy muy optimista. -

Indalesio se acomodó los pelos, el cuello de la camisa y mirando hacia delante, arrancó:

Soy del  pago de Rentera

ahí donde las noches amigan

y el sol brilla y castiga

al paisano que cuerea

gallinas para el puchero

y lumbrices pa´ la la pesca.

Hubo un silencio corto, no de admiración ni de respeto, sino de asombro, a lo que el improvisado payador agregó:

Agradezco la deferencia

de tan distinguida audiencia

y si me tienen paciencia

total la tarde es larga 

les cuento de la Esmeralda

la china que me acompaña

- ¿ Quién es este payaso? -  dijo uno de los que estaban con Valenzuela.  - Es muy malo rimando -

-  ¿ Así que Usté anda bien con las rimas ? -  le dijo el Intendente al viejo, el que dejó la mesa, no sin antes vaciar los daditos de queso que aún quedaban en el platito de chapa.

-  No sabe, en los pagos del Uruguay me conocen más que al Presidente.  Pero bué, vió lo que es la vida...-  

 -  Y supongo que también se las arreglará con la guitarra - continuó Valenzuela

-  ¿ La guitarra ?  Yo me le animé a payar a los más conocidos.  Y si no había guitarra, se hacía una con cajón de manzana y alambre San Martín. -

-  No diga! -

-  Con el tata, que diocito lo tenga en la gloria, en el club de Salto, se nos rompieron tres cuerdas, las bordonas, y usté sabe que sin bordonas no hay payada. -

-  ¿ Y que hizo, consiguió cuerdas? -

-  Nahhh, quevaver a esa hora de la noche!. -  Indalesio miró hacia la mesa y vió que quedaban dos aceitunas.  Se abalanzó a ellas, y mientras masticaba, dijo: -  Salí como estampida y ahí no más, a dos casas, vi en el fondo un galinero. Me enfrentaron dos perros, bravos ellos, pero maginese, soy hombre de campo, nada me asusta.  Y ahí nomás pelé facón y de un viandazo le abrí la panza a la bataraza. -

-  Uhhhh, pobre bicho.  ¿Qué culpa tenía la gallina? -  Valenzuela sacó de su billetera seis mil, y le hizo la seña al Turco.  Los tres arrancaron para la puerta,  e Insalesio se sumó a ellos.

-  Le saqué las tripas, las enguagué en un fuentón que estaba por ahí, y las hicimos bordonas.  No sabe cómo sonaban! Nooo, si me vablar de guitarras ..

El Turco se arrimó a la mesa donde estaban los dos, con un pedazo de papel de  fiambre escrito con lápiz negro.  -  Veinticinco mil -

-  ¿QUUEEEE? - gritó el mas chico, e inmediatamente se fue para la puerta.  De Indalesio, ni noticias.

-  Qué viejo e´ mierda!!!


Riqui de Ituzaingó

    


. -

Comentarios

  1. Jajaja los embromo el viejo con sus cuentos... Muy bueno, me encantó. Ana Lidia Pagani 💞

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  2. Juajuajua!!! Termino siendo un pagadio?

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  3. Jajajaja, me hiciste cagar de risa!

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