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Frutillas en el aire de la radio

 -  Linda mañana en nuestra ciudad, el cielo sin nubes y una temperatura que ya ronda los veintiún grados, y se espera alcance los veintinueve -

-  Gracias Betty.  El programa de hoy se lo dedicamos a los panaderos y a los canillitas, dos profesiones de madrugadores, si los hay -

El conductor hizo una seña, y una cortina musical dió por iniciado formalmente el programa, Los días que vendrán, un lindo título pero que no tenía mucha relación con el contenido, ya que era un típico magazine de esos que ocupan toda la mañana, meta música, noticias y alguna que otra cosa que tengan ganas de comentar.

-  Un día como hoy, hace ochenta años, nacía en Liverpool, el recordado músico John Lennon, un ícono de la música que escuchaban los jóvenes de los años sesenta y setenta.  Los chicos que musicalizan, seguramente habrán elegido alguna canción de Él para que escuchemos -

El conductor siguió con alguna que otra efeméride, y la línea de teléfono dedicada a los oyentes comenzó a sonar.  El operador, que también hacía las veces de telefonista, luego de hablar durante un buen rato, comenzó a hacer señas, y a escribir papales detrás del vidrio de la cabina  "Llamada importante"  "Conoció a Lenon (sic)"  "parece creible".

- ..y como siempre pasa, cada vez que hacemos empanadas, las pasas de uva nos dividen.  A ver a ver, tengo un oyente en línea.  Hola!? -

-  Buen día Oscar, mi nombre es Eduardo y actualmente vivo en La Plata -

-  Un oyente platense, bienvenido.  Gimnasia o Estudiantes? -

-  Cuando llegué al país el primer club de fútbol que conocí fue Barracas Central y lo adopté como mi equipo -

-  Eduardo, qué pintoresco!  Ahora vamos a una tanda y cuando volvamos a encontrarnos, nos cuenta el motivo de su llamado -

Por el sonido del aire se escuchaban publicidades de los negocios de la ciudad.  Un supermercado con su clásico 3 x 2, un lubricentro que también hacía mecánica ligera, una venta de semillas, fertlizantes, y todas esas cosas que se necesitan en el campo.  Oscar, fue hacia el dispenser, recargó el termo con agua caliente, y se acercó a la cabina del operador, hubo un intercambio de señas, montoncito de mano derecha + mano con pulgar y meñique extendidos apuntando hacia la oreja uno y hacia la boca el otro dedo, recibiendo como respuesta una cara estirada hacia arriba con ojos bien abiertos y las dos palmas que apoyadas sobre los cachetes comenzaron a alejarse de ellos hasta detenerse a unos quince centímetros de la cara, formando un ángulo en el aire, similar a dos agujas de reloj pulsera, marcando las diez y diez.  Seguido a eso, una pequeña sonrisa por parte del operador coronada con el pulgar izquierdo hacia arriba.

-  Escuchábamos a Bruno Mars, con su nuevo hit Versache on the floor.  Amigo Eduardo, ¿aún está en línea? -

-  Acá estoy -

- Cuéntenos el motivo de su llamado -

-  Cuando yo era chico, conocí a John Lennon, vivía a dos calles de mi casa -

-  Ahh, muy bien, y por entonces ¿ya tenía flequillo? - preguntó Oscar mientras le sacaba yerba al mate, volcándola en una de las hojas del medio, de uno de los diarios que recibía cada mañana

-  No lo recuerdo, pero no creo, por entonces para ir al colegio había que tener el pelo corto -

-  Ahh, muy bien.  ¿Algún recuerdo juntos, alguna anécdota? -  fueron las palabras del conductor que trataba de entender las señas del operador.  Oscar hizo la mímica de escribir sobre su mano izquierda.  "Otro llamado"  fue el cartel que apareció sobre  el vidrio de la cabina.  La respuesta fue una palma de mano extendida hacia la cabina e inmediatamente un dedo índice señalando a la otra mano que mostraba un teléfono celular.  El operado comenzó a escribir con el fibrón y mostró otro cartel "llama alguien que conoce la historia".  Oscar asintió con la cabeza

- Infinidad de historias - contestó Eduardo - Imagínese que por entonces éramos todos pobres y pasábamos mucho tiempo en la calle.  Un día recuerdo que volvimos juntos caminando desde la escuela, que estaba a unas veinte calles de nuestras casas, y se puso a patear tachos de basura.  En el colegio todos lo conocían porque era muy revoltoso.. -

El conductor cortó el relato con un -  Ahh muy bien, muy interesante su historia, pero aguardeme en línea amigo, porque tenemos otra llamada.  ´¿si?  ¿Quién está en  línea? -

-  Eduardo soy Juan, qué buenos recuerdos!  -

-  Juan buen día ¿De dónde nos llama?  ¿Así que usted lo conoce al oyente? -

-  Eduardo era un buen chico, un par de años menor que yo, y más de una vez lo acompañé al volver del colegio para cuidarlo de los chicos más grandes que podían robarle o hacerle daño -

Oscar empezó a hacer señas nuevamente hacia la cabina pidiendo explicaciónes, sin obtener nada muy concreto -

-  Juan, la última vez que te vi, ibas a cambiar de colegio, fué cuando nos mudamos y nos vinimos a Sudamérica -

El conductor trató de poner orden en la charla, -  A ver Eduardo, Juan, me explican quienes son, que relación tienen con John, o sea ...-

-  Compartimos juntos poco tiempo pero para mi eras un hermano menor -

-  Si, si, me quedó un muy buen recuerdo de vos y hoy cuando escuché la radio, me pareció oportuno llamar y contar cosas -

-  Juan, ¿Me escucha?  ¿Está aún en línea? -  Hubo  un silencio del otro lado -  Parece que se cortó la comunicación.  El amigo Eduardo ¿está ahí todavía? -

-  Si Oscar, estoy acá.  Y sorprendido, no me  hubiese imaginado esta llamada porque ....-  El locutor interrumpió la frase del oyente con un..

- Lamentablemente se nos terminó el tiempo, muy bonita la historia y este reencuentro, no faltará oportunidad para que nos siga contando estas bonitas historias.  Y nos despedimos con esta canción que fue un éxito por entonces  (hace click sobre el link y subí el volumen)  Hasta cada momento, ciudad! -


Oscar se quitó los auriculares, levantó el pulgar derecho hacia la cabina, y puso en una bolsa, el mate aún con yerba, el termo, el paquete de La Hoja, y en la otra mano tomó, la agenda, la lapicera y el teléfono celular.

Otra nueva hora comenzaba en la ciudad.


Riqui de Ituzaingó

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