# 1.45 am. El Fiat Siena negro estaba estacionado a cinco metros de la Pearson, y a dos cuadras de la autopista. Casi una sombra en esa calle que supo tener alumbrado público en los años que se comenzó a edificar el barrio. Y también para ese fin de año cuando vinieron tres o cuatro Concejales a inaugurar la obra que por entonces, no llegaba al sesenta por ciento de su construcción. " Encendé el motor. En menos de dos minutos pasa una camioneta gris hacia el barrio. Te metés atrás y te asegurás que nadie los siga. Si ves que viene alguien atrás, hacés luces y clavás los frenos. Dejá el teléfono sin cortar ". Dardo dió la última pitada y tiró el pucho por la ventanilla que de inmediato cerró. El viento que empezaba a levantarse, hacía más fría la noche. A lo lejos se veían dos luces que se acercaban muy rápido. Puso primera y dejó el pie sobre el embrague, listo para cumplir lo ordenado. Apenas dobló el S...